FORMAS DE SER DEL LIDER DEL EQUIPO DE UN PROYECTO (2/3)
Por Estela Hernández, Master en Gestión de Proyectos (ICAP) y Coach Ontológico (PUCP) — CEO D.O.S.
Con base en nuestro artículo: Liderazgo de Equipo de Proyecto en el que analizamos las particulares condiciones de trabajo de las personas que ejecutan un proyecto, tomando como referencia las investigaciones de Patrick Lencioni y Luis Carchak, propusimos seis ideas sobre las formas de ser que un líder de proyecto necesita cultivar. En el artículo anterior desarrollamos dos de ellas y ahora les presentamos dos más (en el artículo siguiente estaremos desarrollando el resto):
3. Ser un modelo en la discusión apasionada de ideas con respeto a las personas, e inspirar a otros a vivir esta experiencia.
Cuando dos o más personas discuten por un objetivo común, despojándose del “yo tengo la verdad”, cada persona se enfoca en la mejor forma de llegar a este objetivo común (en este caso el objetivo del proyecto), discuten sobre las formas de lograr eso que les interesa a ambos y el camino para lograrlo se vuelve fácil. En esta discusión, no importa quien gane, importa que el objetivo se logre. Al final de esta discusión no existe un ganador y un perdedor (resentido), sino dos personas orgullosas de su capacidad de co-crear soluciones y con ello, aportar al objetivo del proyecto.
Despojarnos del “yo tengo la verdad” en una cultura que premia la certeza y castiga la duda, no es tan fácil (al menos para buen número de personas) y es costoso. En un proyecto puede significar mayor costo económico, mayor tiempo, desgaste en las relaciones dentro y fuera del proyecto.
Cuando el líder del proyecto se ha despojado del “yo tengo la verdad”, el equipo se siente respetado y con confianza de expresar sus mejores ideas, discutirlas y aceptar que algunas de ellas pueden ser complementadas, integradas o sustituidas por otras, con tal de que se logre el objetivo común que es el objetivo del proyecto. Así, el líder facilita el camino hacia el objetivo del proyecto y se vuelve un modelo a seguir para su equipo de trabajo.
¿Qué comportamientos tiene este líder?
· Escucha hasta comprender lo que el otro (los otros) realmente quiere(n) decir.
· Invita al otro (los otros) a crear juntos una “nueva verdad común”. Por ejemplo, una forma de superar un problema, que les hace sentido a todos. No se trata de un consenso sobre propuestas de solución individuales, sino de una solución co-creada por el equipo.
¿Cómo se beneficia el equipo del proyecto con estos comportamientos? Cuando los miembros de un equipo practican la discusión de ideas con pasión, respetando a las demás personas, en su día a día laboral, ellos y ellas habrán desarrollado el poder de transformar las discusiones destructivas en discusiones productivas, en el proyecto y en los diferentes espacios en que se desempeñen, durante y después del proyecto.
De esta forma, participar en el proyecto se vuelve una experiencia de aprendizaje que potencia a cada uno de los miembros del equipo del proyecto.
4. Ser el maestro del equipo en la toma de decisiones.
Es parte de la forma de ser de un líder de equipo, que reconoce que el equipo es capaz de tomar decisiones que beneficien el objetivo del proyecto. Y este reconocimiento surge, porque el líder, se ha despojado del perverso juicio de “yo tengo la verdad” y ha propiciado que los miembros del equipo aprendan a discutir sus ideas con pasión y con respeto a los demás, de tal manera que también son capaces de co-crear las reglas con los que tomarán decisiones para el logro del objetivo común.
Además, de la actitud, Luis Carchak, recomienda que para la definición de reglas efectivas para la toma de decisiones, el equipo debe tener presente que estas sean simples, factibles, expresadas en positivo, en primera persona plural, que se hagan públicas y dejen clara la conducta que de va a observar cuando se respeta la regla y lo que hará el equipo si alguien no cumple la regla.
En el 2º Conversatorio D.O.S. 2020, Rocío Rivera (Coach experta en equipos), en línea con los autores referidos, explicó como los acuerdos de un equipo de trabajo, comprometen al mismo equipo a cumplir con las reglas y a realizar las acciones que sean necesarias, en el caso de que algún miembro las esté incumpliendo. Como se podrá notar, esto va en beneficio del proyecto, del aprendizaje de los miembros del equipo, e incluso de la organización a la que pertenece el proyecto (que observa esta forma de desempeño del equipo).
Con esta serie de aprendizajes, el trabajo en un proyecto se convierte en un aprendizaje permanente que genera capacidad y orgullo en los participantes. Y, esto solo sucede, cuando el líder ha soltado el perverso juicio de “ser dueño de la verdad” y ha dado al equipo, las condiciones para que surja como tal.
En el siguiente artículo, trataremos las otras dos formas de ser propuestas para el líder del equipo de un proyecto: Ser ejemplo de responsabilidad con el resultado y Ser el alma del equipo.